Protección legal para startups: todo sobre acuerdos de confidencialidad
Los acuerdos de confidencialidad son acuerdos que protegen los intereses de las startups frente a las posibles filtraciones de información esencial para el desarrollo de su proyecto empresarial.
La información de una startup entra en especial riesgo cuando se difunde como parte de la estrategia para captar inversores. A estos se les ofrece la exposición del know-how y la idea en general, como el Producto Mínimamente Viable (MVP), con todos los procesos de innovación y creatividad que acarrea. El objetivo es “convencerles” o exponerles los motivos de la ventaja de su inversión en el proyecto.
Toda esta exposición genera un riesgo de robo del proyecto o réplica del mismo. Pero también limita nuestra irrupción en el mercado (dando información valiosa a los competidores). Dichos riesgos pretenden ser contrarrestados mediante los acuerdos de confidencialidad o por sus siglas en ingles NDAs (Non Disclosure Agreements) suscritos entre los socios de la startup y los inversores.
Estructura de los acuerdos de confidencialidad en startups
Estos acuerdos se estructuran mediante las siguientes cláusulas.
a) Cláusula definitoria del alcance de las obligaciones asumidas
Donde estableceremos de manera general los compromisos que asumen las partes que tendrán acceso a la información de nuestra startup. La principal obligación es la no divulgación de nuestra información a terceros. Aunque puede contener obligaciones adicionales como protocolos para asegurar el no robo o filtración de la información protegida, definiéndose el alcance de este esfuerzo. También las limitaciones que se imponen al uso de esta información, siendo lo lógico y general que se use en exclusiva para el desarrollo de la inversión en nuestra startup.
b) Cláusula de identificación de la información protegida
Establece la información proporcionada por la startup que se considera protegida y no puede ser divulgada. O si, de manera general, ninguna información proporcionada puede difundirse. Esto ha de hacer referencia, además de a la información compartida, también a medios que se han utilizado o utilizarán para difundirla entre los inversores, como servicios de mensajería instantánea, exposiciones privadas, correo electrónico, documentos, etc.
c) Cláusula de limitación en su difusión
En el proceso de patrocinio puede haber muchos intervinientes, por lo que es necesario que seamos capaces de acordar y definir quiénes serán las personas de confianza y autorizadas a recibir información de nuestra startup, así como las vías que se utilizarán para entregarles la información. Los sujetos identificados aquí asumirán la responsabilidad y compromiso que conllevará el tratamiento de esta información confidencial.
d) Periodo de protección
Se ha de establecer cuál será el plazo en el que estará protegida la información relativa a nuestra startup. Parece una cláusula obvia, pero es esencial cuando se establecen plazos y fases en el proceso de liberalización de la información, pudiendo establecerse una difusión progresiva como necesidad del desarrollo del proyecto. Por ejemplo: establecer el plazo a partir del cual cierta información puede ser divulgada a fin de crear estrategias publicitarias, ser incluida en exposiciones y presentaciones, ser referenciada en posteriores rondas de inversión, ser incluida en la lista de inversiones del patrocinador, etc. De esta forma también el inversor está protegido, no cabiendo duda de qué información y cuándo es confidencial o cuándo deja de serlo.
e) Cláusula penal: responsabilidad por incumplimiento del acuerdo de confidencialidad
Es aconsejable y habitual establecer sanciones de diferente índole. Principalmente monetarias de manera expresa, más allá de la responsabilidad por daños y perjuicios general derivada del incumplimiento contractual que contiene nuestro Código Civil.
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