Fases y clases de acciones en las rondas de financiación de startups: Serie A, Serie B y Serie C
La vida de una startup es una travesía marcada por diferentes fases de desarrollo, cada una con sus propias necesidades y desafíos.
Desde la concepción de una idea hasta la consolidación en el mercado, la financiación desempeña un papel crucial en el crecimiento de la empresa. En este artículo, exploraremos las distintas rondas de financiación de una startup, centrándonos en las conocidas Series A, B y C, y las clases de acciones asociadas a cada una.
Capital semilla (seed)
Al dar los primeros pasos, una startup requiere capital semilla o seed para transformar una idea en un negocio tangible.
Este financiamiento inicial se destina a establecer la estructura empresarial, desarrollar el producto y superar la fase crítica conocida como el «valle de la muerte».
Durante esta etapa de máximo riesgo, los emprendedores buscan inversiones de business angels o incluso de Family, Friends & Fools (Familia, Amigos y ‘Pardillos’), evaluando el riesgo de la inversión. El «break-even» marca el final de esta fase, donde la empresa deja de generar pérdidas y comienza a validar su producto en el mercado.
En esta etapa inicial, las startups suelen emitir acciones comunes. Estas acciones otorgan a los propietarios derechos de voto y una participación proporcional en las ganancias, pero generalmente no tienen preferencias especiales.
Serie A: crecimiento con ingresos, pero sin beneficios tangibles
La ronda de financiación Serie A llega en un momento de crecimiento para la empresa, que ya genera ingresos, pero aún no obtiene beneficios significativos. Durante esta fase, se busca atraer inversiones que oscilan entre uno y cinco millones de euros.
El capital recaudado se destina a contratar talento, generar más ingresos y perfeccionar la empresa para atraer futuros inversores. Los business angels que participan en esta ronda esperan una alta rentabilidad a corto o medio plazo.
En términos de clases de acciones, la Serie A generalmente ve la introducción de acciones similares a las obtenidas durante la fase de capital semilla, esto es, otorgando a sus titulares derechos económicos y políticos a la par.
Serie B: consolidación y expansión
Con la startup consolidada, la ronda de financiación Serie B entra en juego. La empresa ya genera ingresos, tiene partes sustanciales del negocio desarrolladas y busca aumentar su valor y expandirse.
Esta fase requiere una inyección de capital más significativa, generalmente entre 5 y 20 millones de euros. Grandes inversores y entidades de capital riesgo participan en esta etapa, impulsando la expansión de la empresa y llevándola de una fase de crecimiento a una de madurez.
En términos de clases de acciones, en la Serie B los inversores generalmente obtienen acciones que les dan preferencia en el aspecto económico (fundamentalmente en lo relativo al cobro de dividendos), pero renunciando al mismo tiempo a los derechos de voto asociados a dichas acciones.
Serie C: la madurez y la mirada hacia el futuro
La ronda de financiación Serie C marca una fase de maduración para la empresa. El capital recaudado, que puede oscilar entre 20 y 250 millones de euros, se destina a adquisiciones, desarrollo de nuevos productos y la preparación para fases futuras, como la salida a bolsa. En esta etapa, la startup se posiciona para alcanzar grandes objetivos, consolidándose como una empresa de gran envergadura.
En términos de clases de acciones, en la Serie C los inversores suelen obtener acciones sin derechos políticos y sin derechos económicos preferenciales. Ello es porque la inversión se realiza en un momento en el que la startup se encuentra consolidada y el riesgo de perder la inversión es claramente inferior al de fases previas.
Conclusiones
El viaje de una startup a través de las rondas de financiación es un proceso complejo, pero esencial para su crecimiento y desarrollo. Desde el capital semilla hasta la Serie C, cada etapa presenta oportunidades únicas y desafíos específicos. Comprender la evolución de las clases de acciones, desde las comunes hasta las preferentes, proporciona una visión clave para emprendedores e inversores.
La flexibilidad y adaptabilidad son cruciales en este viaje. Los fundadores deben equilibrar la necesidad de capital con la preservación del control y la equidad. Los inversores, por otro lado, buscan maximizar su retorno, evaluando cuidadosamente los términos y las condiciones asociadas con cada ronda de financiación.
En última instancia, la comprensión profunda de las fases y las clases de acciones en las startups permite a los actores involucrados tomar decisiones informadas y estratégicas. Este conocimiento, combinado con la visión empresarial y la ejecución efectiva, allana el camino para el crecimiento sostenible y el éxito a largo plazo en el vertiginoso mundo de las startups y la financiación empresarial.