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La revolución digital bajo la lupa: desglose de la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea

El 5 de julio de 2023 marcó un punto de inflexión en la regulación de la economía digital en la Unión Europea (UE) con la adopción de la Ley de Servicios Digitales (DSA) por parte del Parlamento Europeo.

Este reglamento, que entrará en vigor en enero de este año, establece un marco normativo integral aplicable a servicios intermediarios en línea, promoviendo un entorno digital más seguro y equitativo. Vamos a explorar las principales novedades de la DSA y cómo estas afectarán a plataformas en línea, motores de búsqueda y redes sociales.

Conservación del Safe Harbour y mayor diligencia en la retirada de contenidos ilícitos

La DSA conserva el régimen de exclusión de responsabilidad (Safe Harbour) para los prestadores de servicios intermediarios, resguardándolos de la responsabilidad directa por el contenido subido por usuarios. Sin embargo, introduce obligaciones más estrictas en términos de transparencia y diligencia en la retirada de contenidos ilícitos. Esta medida equilibra la protección de la libertad digital con la responsabilidad social de las plataformas.

A pesar de las presiones para imponer una supervisión generalizada de contenidos, la DSA mantiene la prohibición de obligar a las plataformas a verificar ex ante la legalidad de los contenidos subidos por los usuarios. Este enfoque preserva la esencia del desarrollo de negocios digitales, fomentando la innovación y la participación activa de los usuarios.

Ámbito de aplicación y criterios de la DSA

La DSA se aplicará a proveedores de servicios intermediarios cuyos destinatarios tengan su lugar de establecimiento o residencia en la UE, independientemente de la ubicación del proveedor. Este enfoque basado en el país de destino de los servicios refleja la necesidad de adaptarse a la globalización y la expansión digital.

La clasificación de servicios intermediarios incluye alojamiento de datos, motores de búsqueda, redes sociales y marketplaces, cada uno sujeto a distintas obligaciones. Además, se establece una categorización específica para plataformas y motores de búsqueda de muy gran tamaño, con obligaciones adicionales cuando superan el umbral del 10% de la población de la UE.

Régimen de exclusión de responsabilidad y doctrina del Buen Samaritano

El régimen de exclusión de responsabilidad para plataformas se mantiene, pero bajo la condición de actuación diligente ante contenidos ilícitos. La DSA reconoce la aplicación de la doctrina del «Buen Samaritano», alentando a las plataformas a tomar medidas proactivas contra contenidos ilícitos sin perder las ventajas del régimen de exclusión de responsabilidad. Esta disposición equilibra la protección de la libertad de expresión con la necesidad de combatir contenidos perjudiciales.

Trazabilidad y alertadores fiables: herramientas para una mayor responsabilidad

La introducción de requisitos de trazabilidad (KYBC) para plataformas en línea que permitan formalizar contratos a distancia es una novedad destacada. Esta medida busca asegurar la localización de vendedores, facilitando la identificación de infractores y fortaleciendo la responsabilidad de las plataformas.

La figura de los «alertadores fiables» refleja el reconocimiento de entidades con conocimientos para luchar contra contenidos ilícitos. Al otorgar un trato preferencial a estas entidades en sus reclamaciones de infracciones, la DSA busca incentivar la colaboración activa y objetiva en la lucha contra contenidos perjudiciales.

Suspensiones de cuentas y transparencia en la publicidad: empoderando a los usuarios

La DSA otorga a las plataformas en línea la capacidad de suspender temporalmente las actividades de personas que muestren comportamientos abusivos. Esta medida incluye la publicación frecuente de contenidos ilícitos y el envío repetido de avisos infundados, brindando a las plataformas una herramienta para mantener entornos digitales seguros y respetuosos.

La transparencia en la publicidad en línea es otra área clave de la DSA. Los destinatarios del servicio deben tener acceso a información clara y directa sobre los parámetros utilizados para determinar la presentación de la publicidad. Este enfoque busca empoderar a los usuarios al proporcionar información detallada sobre la publicidad que consumen.

Obligaciones adicionales y evaluación de riesgos para plataformas de gran tamaño

La DSA impone diversas obligaciones adicionales a todos los servicios intermediarios, como la designación de puntos de contacto, transparencia informativa y cooperación con autoridades policiales en casos de sospechas de delitos. Sin embargo, para plataformas de muy gran tamaño, se establece un régimen más estricto.

Estas plataformas deben evaluar riesgos sistémicos, adaptar sistemas de moderación, cooperar con alertadores fiables y someterse a auditorías independientes. Este enfoque pretende garantizar la verificación por expertos y la máxima responsabilidad en el ecosistema digital.

Resolución de conflictos y consecuencias por incumplimiento: protegiendo a los usuarios y fomentando la responsabilidad

La DSA promueve sistemas alternativos de resolución de disputas y establece la posibilidad de resolución extrajudicial de litigios por organismos certificados. Esto proporciona a los usuarios una vía para resolver disputas de manera eficiente y equitativa.

Las consecuencias por incumplimiento son una parte esencial de la DSA. Los países de la UE determinarán sanciones, con límites establecidos en el 6% del volumen anual mundial de negocio. Además, los usuarios afectados tendrán el derecho de solicitar indemnizaciones por daños causados por el incumplimiento de las obligaciones de las plataformas, fortaleciendo así la protección de los derechos individuales.

Conclusiones

La Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea refleja un paso significativo hacia la regulación equitativa y segura de la economía digital. Su enfoque equilibrado entre la protección de la libertad digital y la responsabilidad social de las plataformas sienta las bases para un entorno digital más seguro y transparente.

La DSA no solo establece reglas claras para las plataformas, sino que también empodera a los usuarios al proporcionar herramientas para controlar su experiencia digital. Al incentivar la colaboración activa, la DSA fomenta la responsabilidad compartida en la creación de un ciberespacio más saludable.

En última instancia, la DSA representa un hito en la protección de derechos, la transparencia y la responsabilidad de las plataformas en línea. Su implementación en 2024 marcará el comienzo de una nueva era para la economía digital en la Unión Europea, impulsando la confianza de los usuarios y la sostenibilidad a largo plazo del ecosistema digital.

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